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Para mantener el pescado fresco, es importante saber que podemos mantenerlo en la nevera un máximo de dos días para que conserve todas sus propiedades y nutrientes. Una vez comprado, conviene limpiarlo, lavarlo bien y quitarle todas las vísceras.

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Una vez tenemos el pescado limpio, conviene colocarlo encima de un plato y envolverlo con un trapo ligeramente húmedo. En ningún caso, conviene guardarlo en la nevera con la bolsa que nos han dado en la pescadería. También es importante colocar el pescado en la zona más fría de la nevera. Así lo mantendremos más fresco aún.

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En caso de que queramos congelarlo, el proceso varía algo. Podemos colocar el pescado en una bandeja apta para el congelador y envolverlo en papel film. Si lo queremos congelar, no conviene lavarlo antes de ser congelado. El proceso de limpieza del pescado lo haremos una vez esté descongelado.

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Conviene congelar el pescado en diferentes bandejas o paquetes, según el tipo de pescado. Es decir, si compramos calamar y pescadilla, habría que congelar cada pescado en un paquete diferente para que no se mezclen los sabores. Además, es interesante congelar por piezas para que al descongelar, descongelemos solo las que vayamos a consumir.

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Para conservar el pescado fresco y también todo su sabor, si vamos a consumir una pieza que ha sido congelada, conviene descongelarla en la nevera y no a temperatura ambiente. Para ello, debes descongelar la pieza 24 horas antes de su consumo. Y si es posible, colocarla en la parte más fría de la nevera, para que el proceso sea más natural y el pescado mantenga todas sus propiedades.

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Una vez que el pescado lo hayamos descongelado en la nevera y esté apto para su consumo, podremos lavarlo y quitarle las vísceras antes de cocinarlo.

 

 

Fuente: uncomo.com
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